A todos los cofrades de la Cofradía de San José, después del parón provocado por la pandemia, la Semana Santa del pasado año fué todo un placer. MUCHAS GRACIAS A TODOS por vuestro compromiso.

"Ser cofrade” es más que una afición o un pasatiempo, es un compromiso profundo con nuestra Fe y con la comunidad. Este compromiso se manifiesta en la dedicación y esfuerzo que ponemos en cada procesión y acto religioso, pero también en cómo nos relacionamos con los demás y en cómo servimos a la sociedad.

Estar comprometidos con nuestra cofradía significa estar dispuestos a trabajar juntos, a escuchar y apoyar a nuestros hermanos, y a ser un ejemplo de amor y solidaridad. Al hacerlo, no sólo fortalecemos nuestra propia fe, sino que también ayudamos a mejorar la vida de aquellos a nuestro alrededor. 

Nuestro compromiso con la cofradía nos lleva a involucrarnos en proyectos que ayuden a nuestra comunidad, a apoyar a aquellos que lo necesitan, y a promover valores como la tolerancia, la justicia y el respeto. Al hacerlo, estamos construyendo una sociedad más unida y más fuerte, y demostrando que la fe puede ser una fuerza poderosa para el bien.

El compromiso de un cofrade con su cofradía es fundamental para su crecimiento espiritual y para el bienestar de la sociedad. Cada uno de nosotros debe ser consciente de nuestra responsabilidad de servir a los demás y trabajar juntos para construir un futuro mejor para todos. ¡Sigamos adelante juntos, firmes en nuestra fe y en nuestro compromiso con la cofradía y la sociedad!

Junta directiva

El año pasado un amigo me dijo “si quería tocar en la banda de tambores de la cofradía de San José”, que no era difícil y lo pasaban muy bien, la verdad es que no sabía qué hacer, pero me animé a probar. Era sábado y habíamos quedado en el lugar de ensayo con mi amigo, fui pronto para no perderme nada, cuando llegué había varios chicos que conocía del instituto, me sentí muy cómodo ya que todos se alegraron de verme. Otra persona más mayor, me puso un tambor en las manos y me enseñó la “lenta”, no era difícil y lo cogí enseguida. Casi sin darme cuenta y después de ensayar bastantes días, estaba en medio de la Plaza de toros, tocando todo lo fuerte que podía. No olvidaré mi primera exaltación.

Fue muy guay, mis amigos, el momento de la imposición de medallas, las prisas y los nervios, tocar el tambor, las procesiones y especialmente el Domingo de Ramos. Fue una experiencia muy bonita y tengo muchas ganas de volver a ensayar. Mi familia me acompañó y estuvo pendiente de mí para que todo saliera bien. Me encanta mi cofradía.

No me olvido, siempre te llevo en mi corazón.

Un joven cofrade

Los jóvenes buscan su identidad a medida que maduran, sienten que pueden con todo y que nada les va a impedir conseguir lo que desean. Necesitan reconocimiento, espacio propio, un lugar donde expresar sus ideas y pensamientos. Utilizan las redes sociales, Facebook, Instagram, etc. para sentirse no controlados y libres, son fans de Rubius y otros muchos influencers de hoy. Para ellos es una pasada todo este mundo virtual. Algunos tienen la suerte de pertenecer a una cofradía.

En las cofradías los jóvenes son muy importantes, maduran y se hacen mayores, son relevantes porque participan en algo grande, no se dejan influenciar por cualquiera ya que lo tienen bastante claro, son fans de Jesús y por eso disfrutan y son felices. Los cofrades son grandes amigos, compañeros, solidarios y forman parte de una gran red social.